jueves, 6 de septiembre de 2012

Mucho gusto

Llevábamos poco tiempo juntos. Creo que ni siquiera llegábamos al mes.

Era un día de verano y estábamos solos en su casa. Después de ver una película en el sofá, decidimos hacer una pequeña siesta (sí, siesta).

No mucho rato después, yo desperté. Él ya se había levantado y había salido del cuarto, pero me había dejado un delicioso beso de moza.

Lo comí en dos segundos y me dirigí a la cocina, en donde pensé que él estaría. De puntitas, abrí la puerta exclamando, con mucha emoción, “fue la mejor siesta de la vida”.

Pero él no era quien estaba en la cocina. Quien estaba ahí giró y me saludó de manera extraña, como si yo tuviera un moco pegado en la cara.

Preocupada, volteé hacia la izquierda y vi mi reflejo en la ventana. No era un moco lo que tenía en la cara: era crema blanca.

Entendí su reacción y pensé: “Esta no es la mejor manera de conocer a tu suegra”.


10 comentarios:

  1. jajaja esas con historias de vida, pero suelen pasar, si lo sabre yo :P

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  2. jajajajajajaja!!!
    Dios! jajajajajaja me orino!!

    Bueno las primeras impresiones dejan huella!! jajajajajja

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    1. Jajajaja Lo bueno es que, a lo largo de mi relación con su hijo, nos llevamos muy bien. Pero esa reacción no la borrará nada :P

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  3. OMG.!! algo parecido me paso, solo que al conocerla casi muero en el intento.. Felismente ya no estoy con su hijo.

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  4. Lo bueno k conoci a mi suegra de una manera diferenteee..!!
    xD

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  5. "me estaba afeitando" lo primero que se me ocurre.

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    1. Jajaja La dije que era la crema del beso de moza. Hasta hoy me pregunto si me habrá creído.

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