No sé cuántas veces habré dicho
en toda mi vida “el lunes empiezo dieta”, pero sí sé cuántas veces habré
cumplido esto: no más de cinco.
¿Por qué a las mujeres se nos
hará tan difícil seguir la dieta? ¿Por qué nos es tan complicado alejarnos de
las cosas que nos encanta (pero que nos hacen daño) por aquellas cosas que
sabemos son mejores para nosotras (mismo caso con algunos ex flacos)? Y, sobre
todo (aunque esta es una pregunta aparte), ¡¿por qué coño para los hombres es
tan fácil bajar de peso?!
Obviando el hecho de que somos
masoquistas, que amamos caer en la tentación y que la comida es tan deliciosa
que, como buenas humanas, nos encanta comer hasta sentirnos plenamente satisfechas,
tenemos la motivación y las ganas de hacerlo (que queremos vernos mejor o bien
en bikini, que por fin será nuestra primera vez con Panchito y no queremos vernos
como Michelín, que queremos estar más ricas que nuestras amigas, que queremos
ser activas cuando seamos abuelas, que somos muy jóvenes para cansarnos
subiendo las escaleras o caminando tres cuadras, etc.), pero todo se desmorona
por las cosas más pequeñas y adoptamos posturas como estas:
1) “Este lunes empiezo dieta sí o sí”.
2) “Estoy a dieta, pero un chocolate no me hará
daño”.
3) “A mí me encantan las repeticiones… Mejor 2
chocolates”.
4) “Mejor 6…” Y los escenarios terminan siendo algo
como estos:
5) “Ya basta. Estoy a die---¡¡¡COMPRARON TORTA!!!”
6) “Ya fue. Mañana empiezo la dieta”.
7) Come(te)s el punto 2. Luego el 3. Luego todos
los que siguen hasta llegar nuevamente al punto 1 porque, si el lunes empiezas
dieta, ahora podrás tragar el resto de la semana sin que te remuerda la
conciencia. Vivaza eres.
Entonces, viene la pregunta del
millón: ¿por qué necesariamente tenemos que empezar la dieta un lunes? ¿Por qué
no un martes, un jueves (porque en ambos días hay 2x1 en pizza) o un fin
de semana? Quizás sea ese el motivo por el cual los lunes de dietas no funcionan.
¿Qué pasaría si nos llenáramos de valor (sí, porque eso es lo que se necesita:
VALOR) y empezáramos la dieta un viernes o un sábado? Si lo decides y lo
cumples, felicidades. Mis compatriotas y yo te regalaremos un chocolate. O dos.
Ahora, si me disculpan, iré a
Bembos por un combo agrandado pero con gaseosa Zero, porque estoy a dieta.