Me he dado cuenta de que, conforme pasan los años, esa alegría que sentías de niño todos los días se va escapando poco a poco, pues mientras tu vida empieza, la de otros llega a su fin.
Los cumpleaños, matrimonios, baby showers y bautizos se convierten en velorios o entierros. Y es en esas ocasiones en las que dejar atrás todo y estar con la persona que te necesita es tu única función.
Es, en ese momento, cuando nada más importa, pues lo único que quieres es consolar a esa persona y decirle que todo va a estar bien, aunque suene a cliché.
Te das cuenta de que toda respuesta negativa no es suficiente y es excusa, que todo lo que estás haciendo ahora puedes hacerlo después, que nada es tan importante y que el "yo comprendo" de la otra persona es, en realidad, "entiendo que tienes cosas que hacer, pero -por favor- ven".
Cuando dejas todo, por fin llega el momento en que puedes decir "estoy aquí".
Carta que, luego de enviársela a la Mamina, dejé atrás los exámenes finales y la visité |
Como siempre gratificante leerte Desubicadita, lastima que sea cada vez mas breve y menos frecuente, pero igual significativo , un abrazo para ti =)
ResponderEliminar¡Gracias, Marko! Estoy tratando de ser breve, pero poderosa, pero igual trataré de explayarme más en el próximo post. Un abrazo para ti también :)
Eliminarbreve y poderosa me encanto =D, pero tambien es chevere cuando te explayas y cuentas un monton de detalles en tus historias, la cosa es que siempre lo hagas =)
EliminarEso haré :D
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