Desde que tengo uso de memoria, todos los viernes nos reunimos en la casa de la Mamina los 5 Cavagnaro, los 5 Dam, los 4 Saavedra y uno que otro infiltrado –perdón, invitado– de vez en cuando. Como es prácticamente el único día de la semana en el que les veo las caras, tengo la frase preparada para aquella persona que me invite a hacer algo en el horario de 6 de la tarde a 10 de la noche, la misma que me grabé en el cerebro desde la primera vez que dije “mamá” (asumiendo que esa fue mi primera palabra y no alguna estupidez): “No puedo ir. Los viernes son de la Mamina”.
Debo confesar, con el riesgo de herir la susceptibilidad de alguno de mis familiares, que, hasta hace no mucho, esta frase la repetía el 80% de las veces por una especie de obligación, es decir, solo para no romper la tradición, más que por voluntad propia, deseo, motivación, como sea que quieran llamarlo. No es que no me gustaba verlos, era que prefería pasar esas 4 horas con gente de mi edad, haciendo cosas que solo mi generación hace. Pero ahora, gracias a mis días en Europa y a la reciente visita de mi tía y prima de Canadá, me doy cuenta de cuánto valoro los viernes de la Mamina y de cómo los extraño cuando nuestro encuentro se llega a cancelar por algún motivo. Extraño el amplio conocimiento de Bruno sobre cualquier tema, la fascinación de Armandi por Harry Potter y el cine y su «¿y?» como saludo, los comentarios tan precisos y el nuevo vocabulario de Paulo (hello, darling), la ternura de la Mamina, mi alteración por los gruñidos del Paparmando, las travesuras de Camila y Joaquín, la voz ronca de Cheli y la niña interna que aún lleva adentro, las caras de Alonso cuando se desespera, los panes y tres timbres de mi papá, la locura de mi mamá al preferir dieta que la comida de la Mamina, la ausencia de Andrea por tener clases hasta las 10 p.m., el aislamiento de Arianna con su ipod.
El miércoles pasado variamos un poco y nos reunimos para despedir a mi tía y prima. Después de comer, nos acomodamos todos en la sala y cada uno de los 6 hermanos Dam se dedicó a hablar de sus recuerdos de la infancia, a petición mía y de mi hermana menor. Nunca se los mencioné, pero mientras Cheli contaba uno de sus varios traumas infantiles, tuve una especie de flashback, como un episodio salido de Cold Case, en el que los seis hermanos Dam eran reemplazados por 6 niños inocentes y traviesos a la vez y una señora alta, delgada y de cabello oscuro reemplazaba el lugar que ocupada mi abuela en la sala: eran cada Dam, de varias décadas atrás, y era mi Mamina, mi hermosa Mamina, rodeada de sus 6 pequeños. Este recuerdo me llenó de emoción hasta casi producir lágrimas y agradecí, como pocas veces lo he hecho en mi vida, por ese día; agradecí por los viernes de la Mamina, y rogué, silenciosamente, que nunca dejen de existir. Hasta hoy lo hago.
Ale linda me gustó y hagamos que nuestros encuentros familiares sean cada vez más especiales y amorosos!!!!
ResponderEliminarSomos muy afortunados al ser parte de una familia tan maravillosa como la que tenemos.....viva la familia y los viernes de la mamina!!!!!
Gracias por mi niña interna, me encantó!!!!!!!!
Completamente de acuerdo, Cheli! Que vivan los viernes de la Mamina!
ResponderEliminarInteresante el hecho de cómo enlazas y relacionas situaciones del presente pasado cuando vas contando acerca de las reuniones familiares...felicitaciones por tus textos :)
ResponderEliminarGracias por el comentario y por leerme! Hazte mi seguidora, sí? :D
ResponderEliminarLas tradiciones familiares son las mejores!!!
ResponderEliminarEn mi familia hay infinidad, una de ellas es en los cumpleaños, es tradición que haya un momento determinado para tomar las fotos, en secuencia y por bloques,empezando con la primera generación, con las 2da, con los primos, con los nietos, con los hijos, con la familia tal, con las cuñadas, con los amigos, etc. Y siempre nos pasamos un ratazo en la 'sesion de fotos' jaja es muy gracioso llegar a esa parte en los cumpleaños.
Bueno, que tengas un buen viernes de la Mamina :)
@carlosgonzalesj
Me encantó tu tradición cumpleañera!!! Yo también quiero!!
ResponderEliminarNosotros nos tomamos fotos rara vez, pero ahora que he adquirido una cámara digital la usaré seguido :)
Wow, no pensé que cuando Adrián me dijo "es viernes, para Ale los viernes son de la mamina" era en realidad una reunión familiar de grandes magnitudes (pensé que era un lonche donde ibas tú y tus hermanas y tus papás). Pero qué bueno que se reúnan de esa manera, sobretodo para recordar la importancia de la familia como núcleo de la sociedad y nuestra primera escuela.
ResponderEliminarYo también tengo algunas tradiciones familiares dominicales, pero no hay nada como ver a mi abuelito de casi 90 con una laptop haciendo video conferencia con mi viejo (: Mi familia en Facebook
Buenos pues, que lo sigan haciendo y mándale un abrazo a la mamina de mi parte ;)
Por supuesto, Rasu; los viernes de la Mamina son más que sagrados (L) Hasta llego a sentir un vacío cuando no nos reunimos por A o B motivo :( Ya varias veces he dicho que haré un video sobre los viernes de la Mamina, pero aún nada; prometo hacerlo pronto!
ResponderEliminarAprovecha las tradiciones familiares, no hay nada como las reuniones en familia con los abuelos :)
Me encantaría ver a tu abuelo usando la laptop! Llegando a mi casa veré las fotos.
Le mando tus saludos a mi Mamina; tú mándales los tuyos a tu familia :D