miércoles, 14 de agosto de 2013

Algunas cosas

Tengo una amiga que trabaja para una casa de ancianos.

La semana pasada, mientras conversaba de la vida con su anciana favorita, esta le contó la siguiente historia:

«Lo conocí en la universidad, a mitad de la carrera. Él venía de otra parte, por lo que aproveché su mirada perdida para acercarme. Cuando lo vi por primera vez, pero realmente lo vi, sentí un nudo en el estómago. Un nudo que me hacía sentir que nunca había sentido eso por alguien más. Un nudo que me decía “él es el hombre de tu vida”.

Sus rulos eran oscuros y perfectos y su piel era clara y suave. Como él no conocía a nadie, no tuvo problema en hablarme.

En las semanas siguientes, me dediqué a enseñarle los pabellones de la universidad, los tips para los profesores, los mejores rincones. Poco a poco nuestras conversaciones se fueron ampliando a la música preferida de cada uno, los grupos predilectos, los hobbies, las experiencias, los gustos, los planes, los sueños. Al terminar la universidad, éramos inseparables y yo no podía esperar para casarme con él.

Sin embargo, el tiempo hizo de las suyas y, por trabajo, nos separamos para luego encontrarnos 14 años después. Él estaba cambiado y casado, pero yo seguía soltera y perdidamente enamorada de él.

Lo volví a ver unos cuantos años después, cuando ya se había separado. “Esta es mi oportunidad”, pensé. Pero mi oportunidad no se dio nunca. Pasaron los años y la situación estuvo marcada por la distancia, como siempre, sin darme cuenta, lo había estado.

Ahora, 65 años después de haberlo conocido, sigo pensando que él es el amor de mi vida. Pero tú sabes, Ximenita: algunas cosas, simplemente, no están destinadas a estar juntas».

10 comentarios:

  1. Rayos, qué triste historia, no se merecía ese final :(

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mi amiga casi lloró mientras me la contaba y yo casi lloro cuando terminó de contarla :(

      Eliminar
  2. Hermoso :') , buena redaccion de grandes experiencias.

    ResponderEliminar
  3. Misterios de la vida... ironías del destino

    ResponderEliminar
  4. mientras buscaba algún vídeo de una tal desubicada encontre este blog ,por lo que veo, eres tu por la fotito que sale al costado , me puse a leer esta historia y como que la vida no fue justa como en muchas ocasiones , si la vida fuera vida le diria muchas cosas c sm n.n

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Esa soy yo! Tal vez la vida sí es justa, pero siempre pasa lo que tiene que pasar. Como no es lo que queremos, nosotros lo vemos como injusta.

      Eliminar