Llevamos juntos el curso de Ética y Ciudadanía en nuestro primer año de universidad. No llegamos a convertirnos en amigos porque nuestras conversaciones no pasaban de “hola, ¿cómo estás?”, pero teníamos amigos en común, lo que bastó para agregarnos mutuamente a Facebook y MSN. Un par de salidas con la gente, el fin del ciclo universitario y no volvimos a hablar ni a vernos las caras más.
Dos años después, yo anunciaba en mi status de Facebook que necesitaba a gente para un focus group, y él me confirmaba su asistencia en menos de cinco minutos. Pocos días después, lo volvía a ver en el estudio de mi universidad, con la misma cara dulce e inocente con la que lo había conocido tiempo atrás. Esa vez, del “hola, ¿cómo estás?” pasamos al “hola, ¿qué música te gusta? ¿dónde vives? ¿qué te gusta hacer?” y más.
Hablamos esa misma noche por MSN, dando inicio a una serie de conversaciones diarias que empezaban en la tarde y terminaban a altas horas de la madrugada. Después de dos semanas enteras de realizar esta rutina, se llevaba a cabo nuestra primera cita en el Té Burbuja de Miraflores a petición mía (yo siempre tan romántica). Él con su look del cabeza de balón Arnold y yo con mis apreciadas leggins y botas negras. Después de varias confesiones, risas nerviosas y coqueteo por parte de ambos, la cita llegaba a su fin con un beso inseguro, tierno y lento. No lo supimos en ese momento, pero aquello era el inicio de una nueva, intensa y bonita relación para ambos.
Estuve con Diego por poco más de siete meses. Reímos, lloramos, gritamos, nos extrañamos, jugamos, dormimos y peleamos. En resumen, yo lo amé y él me amó (o eso creo, al menos), pero todo llegó a su fin porque, entre otras cosas, caímos en la puta rutina y no supimos cómo salir de ella a tiempo.
Ahora, casi cuatro meses después de terminar, hemos regresado al “hola, ¿cómo estás?”, pero incluyéndole un “¿qué novedades?” y “¿qué haciendo?”. Nada más.
No somos mejores ni buenos amigos. Tampoco somos desconocidos, pero estamos en camino a serlo. ¿No detestan cuando eso pasa?