En una esquina tenemos a Alessandra, una chica de 21 años que tiene las metas trazadas y sabe exactamente lo que quiere, cuándo y cómo lo quiere. Le gusta el marketing, la publicidad, las relaciones públicas y escribir, y le gustaría, en su futuro trabajo, combinar todas estas cosas. Quiere independizarse lo antes posible y vivir en un departamento en Santiago de Surco, Miraflores o San Isidro, cerca de algún parque y de mucha comida chatarra. Desde pequeña, lo que más anhela ser de grande es ser mamá y tener una familia, y sabe que la tendrá algún día.
En el otro extremo tenemos a Desubicada, una chica (o eso piensa la gente) de desconocida edad (depende de la situación, puede adoptar la conducta de una niña de 9 años o de una señora de 40) que no está muy segura de lo que quiere, pues a veces quiere todo y, otra veces, quiere nada. No quiere estudiar ni ir a la universidad: lo único que quiere es escribir, estar con sus seres queridos todo el día y aprovechar las cosas simples de la vida. Al igual que Alessandra, Desubicada quiere ser mamá y tener una familia, pero la mayoría del tiempo se siente como una completa foreveralone y piensa que será como esas señoras que viven en un departamento mugroso, enano y con miles de gatos, sólo que ella vivirá con miles de erizos.
Si bien es cierto que Alessandra y Desubicada se compenetran diariamente, también existen características propias de cada una que hacen que pareciera que ambas muchachas son completamente extrañas para sí.
A continuación, pequeñas diferencias entre ambos entes:
1) Alessandra suele controlar lo que dice, cómo lo dice y a quién se lo dice, mientras que Desubicada dice lo primero que le sale de la boca, sin preocuparse de cómo sonará y/o cómo lo tomará(n) la(s) persona(s) que está(n) presente(s) en ese momento.
2) Alessandra suele pensar con el cerebro la mayoría de las veces; Desubicada, con el corazón. La primera piensa bien las cosas antes de hacerlas; la segunda, es muy impulsiva y prefiere hacer todas aquellas cosas que quiere hacer y luego atenerse a las consecuencias en lugar de luego atormentarse preguntándose “¿qué hubiera pasado si…?”
3) Mientras que Alessandra dice las palabras suficientes, Desubicada tiende a dar información de más. Por ejemplo, Alessandra sólo dice “tengo que ir al baño”, mientras que Desubicada se explaya y comenta “tengo que ir al baño para hacer pichi” –a nadie le interesa lo que hagas en el baño, Desubicada. Entiéndelo.
4) Ambas casi nunca saben en dónde están paradas, pero Alessandra se exige a sí misma y trata de ubicarse como sea cuando está sola (llama a sus conocidos, abre la guía de calles de Lima o pregunta a desconocidos en la calle) para llegar a su destino, mientras que Desubicada tiene la mala costumbre de depender de la persona que la acompaña para que esta le diga qué camino debe tomar.
5) Alessandra es una mezcla de buena gente y cojuda: tiene/siente esa necesidad de complacer a todas las personas (como Mónica de Friends), por lo que le es muy difícil decir "no". Desubicada, por otro lado, te manda al carajo en una.
6) Alessandra tiene un pequeño interés por el qué dirán sobre ella, mientras que a Desubicada, simplemente, le resbala.
A pesar de sus diferencias, Alessandra no puede vivir sin Desubicada y Desubicada no puede vivir sin Alessandra porque ¿adivinen qué? Yo soy Alessandra y la desubicada soy yo.